lunes, 12 de enero de 2009

Como un día creí...


Si la lluvia pudiera borrar, si un viento pudiera alejar esto que siento.

La distancia que un día nos unió es la misma que un día se le dio por separarnos.

El dolor que viniste a quitar, es el mismo que dejaste cuando te fuiste.

El amor que generaste es el mismo que va a seguir en mi por siempre.

Estoy con esa misma risa que me dejaste en el alma, donde brotan las lágrimas.

Saqué absolutamente todo lo que había dentro mío, elegí que seas un hermoso recuerdo, fueron tu elección las heridas y donde dejarlas.

Tenemos eso de recordar más las bofetadas que las caricias, lucho porque no sea así, por revertir a cada minuto eso.

Tal vez un día se me dé por escribir historias sin sentido, donde seas el protagonista y aunque te nombre de otra manera te encuentres, dándote cuenta de algo que no pudiste entender.

Es encontrar encierros y aprender a salir, aprender a desatar nudos inaccesibles, a saltar puentes rotos e infinitos.

Ya no te quiero acá, ni conmigo, igual te quiero…

2 comentarios:

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  2. El gran secreto para derrotar el sufrimiento es la aceptación, ver las cosas como son, mirar la realidad a la cara y vencer la tendencia a negar los hechos. Este es el primer paso hacia la liberación: aceptar, aceptar, aceptar más allá de nuestros deseos y preferencias. Cuando aceptamos, la mitad de la batalla está ganada, o mejor aún, la situación comienza a dejar de ser una batalla.
    Aunque Creemos, muchas veces que lo que sentimos no tiene el valor de quién esperamos… pero nunca es tarde, gracias por add y tu visita excelente tu post un beso‼

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