martes, 13 de enero de 2009

Historias abiertas...


Tu aspecto cálido y sombrío, esas líneas que forman tu rostro.

Sigue siendo especial pero ya no besa mi boca.

Sigue recorriendo los mismos lugares y más, pero ya no lo cruzo en mi camino.

Encontró un sentido y se siente raro, apareces y otra vez algo se mueve, quisiera evitarlo, quisiera evitarte en mi mente todos los días.

Dupliqué el espacio recorrido, agrandé las calles, todo se volvió distinto para mis ojos, ya no tenía luz y con ese tenue resplandor que me brindó la luna, adquirí las fuerzas para ver esa hoja y escribir esa última estrofa, las últimas líneas que serían dirigidas hacia su persona, esos últimos suspiros cortados, que no llegan a destino. Y se desintegran en al aire que yo misma respiro.

Perdidos en ese camino sinuoso que habíamos recorrido, hasta llegar a lo que somos hoy, cuantos años pasaron y todavía no me olvido de su voz.

A lo que me quedó a mi, lo que arriesgué y lo que perdí.

Se suma en cada apuesta, se resta en cada abrazo.

Camino y no pierdo la costumbre de hacerlo deprisa, como si estuviera yendo a algún lugar y llegara tarde. Siempre llego a horario, la impuntualidad es algo que me fastidia.

El calor en invierno, la luna en primavera, esas frases que aún no me cierran.

Los escritos que aún no puedo terminar y nunca me gustaron las historias con finales felices, sabía desde muy pequeña, que no existían.

Imaginación siniestra la mía, pedirte que te quedaras un rato más, siempre va a haber cosas que no puedo creer, taparse los oídos no es la solución, pero de algo me sirvió durante un tiempo…

2 comentarios:

  1. a veces...


    aunque no lo creas...




    los finales felices...




    existen.

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  2. gracias por pasar y quiero decirte que lo que haces es muy bello, sobre todo tus dibujos.
    es increíble la gente talentosa que hay por estos lares!


    saludos!

    =) HUMO

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